Guardias médicas: 12 recomendaciones para sobrevivir a ellas
Un gran médico no nace ni se hace de la noche a la mañana, mucho menos en el ámbito hospitalario. Sin embargo, estamos seguros de que, de seguir las siguientes recomendaciones, podrás sacarle el mayor provecho a tus guardias médicas. Aprenderás mucho, agudizarás tu razonamiento clínico y te integrarás a tu equipo de trabajo rápida y fácilmente.
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1. Observa y pregunta
Es muy complicado saber cómo hacer todo al entrar al hospital, y también es fácil perderse las primeras veces que acudes al mismo, lo mejor es que si tienes duda de cómo realizar algo o saber dónde está algún lugar específico, dejes de lado el orgullo y preguntes. O si eres demasiado tímido/orgulloso para preguntar, observa lo que hacen los demás y hacia dónde van, como dice el refrán: a donde fueres haz lo que vieres.
2. Lee, lee y… lee
Antes de una guardia, repasa todo sobre las patologías a las que te puedas encontrar en el servicio donde estarás. En caso de que no tengas mucho tiempo, prioriza los temas. Por ejemplo: si vas a una guardia de urgencias tococirugía, lee todo lo que puedas de partos y cesáreas; pero si solo tienes un rato para repasar dale prioridad a los partos, ya que en general verás muchos más partos que cesáreas.
3. En sus marcas, ¿listos?
Si te toca guardia, alista tu material con varias horas de anticipación y sal de tu casa con tiempo calculado para llegar 5-10 min antes del cambio de turno. No solo hablará bien de ti por la puntualidad y te da puntos con los compañeros que vas a suceder (que están muriéndose porque llegue la hora de descansar), también te dará oportunidad de conocer mejor a tus pacientes e ir adelantando pendientes.
4. Socializa y organízate durante las guardias médicas
En cuanto llegues saluda a todo mundo de manera breve, fíjate cuantos compañeros serán en la guardia y aprende sus nombres. En cuanto conozcas a tus compañeros de guardia, establezcan una jerarquía entre ustedes y elijan a un jefe de equipo. Evita crear conflictos entre tus compañeros de guardia.
Si eres elegido jefe de equipo, sé lo más justo e imparcial posible, trata de conocer a fondo a tu equipo y reparte los pendientes de acuerdo a las preferencias y habilidades de cada uno de sus miembros, con ello no solo les agradarás más sino que todos trabajarán más agusto.
6. Pacientes: De pies a cabeza
Una vez repartido el trabajo por áreas, conoce TODO sobre tus pacientes. A veces no será posible por el tiempo tan limitado y el gran número de pacientes que se atienden en los hospitales de concentración, pero al menos inténtalo. Eso sí, NUNCA le digas a alguien el paciente de la cama x, todos tenemos nombre y apellido. Te apuesto que, de estar en el lugar del paciente, te gustaría que tu doctor supiera, sino tus valores de creatinina al nacer y Apgar a los 5 y 10 minutos, por lo menos: tu nombre, signos, síntomas, diagnóstico y tratamiento actual.
Si después de interrogar a un paciente y explorarlo, no te es posible emitir un diagnóstico certero o lo puedes diagnosticar pero no sabes cómo tratarlo; ten ética y pregúntale a alguien que sepa o de ser posible derívalo a un siguiente nivel de atención.
7. Por si las dudas…
Si le vas a pedir un estudio de laboratorio o de imagen a un paciente, recuerda que los estudios NO son para diagnosticar, sino para confirmar una sospecha diagnóstica basada en evidencias. Analiza qué tan posible es que el paciente tenga la patología que estás sospechando, la relación costo/beneficio y si realmente es necesario realizar dicho estudio. Nuestro artículo de cómo diagnosticar como un experto en 7 pasos te pudiera ayudar.
8. Primum non nocere
Si alguien te pide que hagas algo que no sabes y que pudiera poner en riesgo la salud del paciente (poniendo un ejemplo drástico, atender un parto con fórceps), ten ética y deja que lo haga alguien con experiencia. Si te piden que hagas algo que no sabes, NO pone en riesgo salud del paciente, pero es molesto o doloroso, primero lee y observa cómo hacerlo (de preferencia en persona, sino en videos), pide consejo a tus superiores para aprender a hacerlo de la mejor manera y menos dolorosa. El paciente te lo agradecerá mucho.
9. Como un general
Generalmente todos los servicios hospitalarios tienen un censo de sus pacientes. Pónganse de acuerdo todas las guardias y establezcan un compromiso para tener su censo completo, actualizado y en tiempo (lo más posible) al momento de entregar guardia, para no retrasar a los demás.
10. Barriga llena, médico contento
Nunca te pierdas la cena/colación de medianoche. No solo te dará energía para mantenerte despierto el resto de la noche, sino que será la mejor oportunidad para socializar con el personal de otros servicios del hospital, quienes pueden informarte cuántos pacientes están pendientes de subir a tu piso o qué tan atareada estará la noche, información valiosa para que tú y tu equipo se organicen.
11. ¡Ni una selfie!
Por más cansado, molesto o hambriento que estés; NUNCA le grites ni le faltes el respeto a nadie, mucho menos a los pacientes. Asimismo, sé muy cuidadoso al tomar fotografías o videos durante tus labores de guardia. Muchos pacientes y médicos lo considerarán una falta de respeto, e inclusive en algunos países está penado por ley. Si es por motivos académicos o es estrictamente necesario hacerlo, pide un consentimiento informado al paciente (como cuando vas a realizar una paracentesis.)
12. A la camita se ha dicho
Al salir de guardia, siempre valórate y sé completamente honesto sobre cuán cansado estás y hasta dónde puedes llegar sin quedarte dormido. Si de verdad no puedes más, mejor pide permiso, avisa y simplemente duerme un rato, en vez de irte a operar o conducir a casa. Conducir de post-guardia es incluso más peligroso que conducir en estado de ebriedad.
He aquí pues, 12 consejos para tus guardias médicas, ¿qué opinas? ¿son cosas que ya sabías y hacías? A lo mejor reecontraste alguna recomendación que ya habías olvidado.
Referencias Bibliográficas
Valente B, et. al. (2012) Manual del Médico Interno de Pregrado.México: Intersistemas.